Ya no somos modernos: Pista 12 'Eleanor Rigby'
Duodécima entrega de la serie de Jota Martínez Galiana inspirada en su obra Ya no somos modernos. En esta ocasión analiza la canción Eleanor Rigby
Ya no somos modernos es una novela de Jota Martínez Galiana. Una obra literaria atravesada de música que la editorial Eutelequia publicará en marzo. El Fiera, un joven licenciado oriundo de un pueblo de Valencia fronterizo con La Mancha, viaja en tren a éste desde la capital tras visitar a un amigo de la infancia recién casado. Las canciones del CD que va escuchando evocarán los sucesos y sentimientos que han marcado su juventud y adolescencia y conforman la estructura del libro: trece canciones que se corresponden a los trece capítulos (o pistas) del libro, que Elepé adelanta en una serie de artículos del propio autor.
Pista 12: Eleanor Rigby
Intérprete: The Beatles
Autor: Lennon/McCartney
Álbum: Revolver (Capitol, 1966)
"Somos gente solitaria, estamos solos por mucho que queramos soñar que no lo estamos acudiendo a formar parte de las multitudes, las muchedumbres y las masas, en las mañanas soleadas de las plazas de los pueblos, en las tardes de fútbol de los estadios y en las noches de música y drogas de nuestros bares favoritos. (…) Un grupo no es más que gente sola junta, y cuando regresamos allá donde sea el lugar del que hayamos venido seguimos estando tan solos como cuando nos fuimos"
Es difícil decantarse por una sola canción del extenso catálogo del mayor fenómeno musical de todos los tiempos. Tras muchas vacilaciones, con el paso de los años Eleanor Rigby se ha consolidado como mi tema favorito de The Beatles. Tanto apoyando la psicodélica recreación de un Liverpool triste, gris y miserable en el inicio de la película El submarino amarillo como acompañando una fría tarde de lluvia mientras uno sorbé un té y mira por la ventana, Eleanor Rigby es la quintaesencia de la soledad, la tristeza y la melancolía, eso que los anglosajones denominan "the blues", destilada y condensada en una sublime canción de dos minutos.
A priori no es una canción fácil de digerir: es deprimente tanto en la letra como en los magistrales arreglos de cuerda, no es bailable, tampoco amable, y la firmaba un grupo que hasta hacía dos días se dedicaba a enloquecer a sus fans cantándole a un amor naíf y adolescente con composiciones ligeras y superficiales. Y sin embargo, editada como sencillo con Yellow Submarine en 1966, se aupó al primer puesto de las listas de ventas. Sucede que esta canción es la segunda pista de Revolver, considerado unánimemente como el disco con el que The Beatles se hicieron mayores. Su carrera daría un giro a partir de entonces, consolidando lo apuntado en su disco anterior, Rubber Soul. Tras la primera comunión con el LSD de los miembros de la banda su música ganaría en profundidad, en matices y en trascendencia.
Eleanor Rigby, inspirada en un personaje real cuya tumba se encuentra en un cementerio de Liverpool, es la única pista de Ya no somos modernos que no fue compuesta en los noventa, sino tres décadas antes. ¿A qué obedece pues su inclusión? Básicamente, a que aunque el Fiera -y por ende el libro- se nutre fundamentalmente de la música de su generación, un melómano (y el Fiera lo es) no rechaza las obras maestras dejadas en herencia por las generaciones musicales anteriores. El lúgubre tono general de la canción es ideal para un capítulo en que el Fiera se siente hundido por el peso de los secretos y de las propias acciones, pero es que además Eleanor Rigby contiene dos líneas que definen perfectamente cómo se siente en estos compases finales de la novela: solo entre una masa de gente igualmente solitaria que utiliza máscaras guardadas en jarras al lado de la puerta para relacionarse y no revelar nunca su verdadero yo. ¿No hacemos eso todos, al fin y al cabo, en mayor o menor medida?