The Scenthesizer: el futuro del DJing pasa por los olores
The Scenthesizer es un sistema impulsado por Heineken y desarrollado AllSense que permite a los DJs disparar fragancias acordes a la música que pinchen
Los sistemas de código de tiempo, las aplicaciones especializadas para smartphones y tablets, y la digitalización del audio han sido claves para la evolución del equipamiento para DJs en los últimos 15 años. Los sistemas para mezclar música buscan ahora nuevas fronteras y las marcas especializadas se han puesto manos a la obra presentando máquinas que sincronizan audio con sistemas de luces o reproductores de vídeo, para crear atmósferas audiovisuales.
Puede que la mayor innovación de los últimos años sea una iniciativa impulsada la cervecera Heineken y bautizada The Scenthesizer (“el esenciador”). Se trata de un sistema de aromatización a nivel industrial que permite a cualquier pinchadiscos modificar el olor de una pista de baile pulsando un botón de una aplicación para iPad.
El equipo puede funcionar de tres maneras diferentes: mediante un modo semiautomático disparado a través de un ecualizador, sincronizándolo con la programación del evento (cambiando de aroma según la canción o la sesión) o totalmente manual (pudiendo lanzar según que esencias en momentos clave).
Los responsables de AllSense (empresa que ha fabricado el sistema The Scenthesizer) ya lo han probado en algunas discotecas de Singapur y todo apunta a que en pocos meses se instalará como estándar en discotecas importantes de Las Vegas o Ibiza. Anteriormente ya se habían presentado ideas similares como Smell-O-Vision, pero con una acogida muy pobre y sin contar con un monstruo como Heineken detrás.
Se han realizado pruebas con olores desagradables para ejercicios militares, empleando olores que van desde basura en descomposición o de plástico y madera quemados.
Lo cierto es que se trata de algo original, pero que puede acabar por agobiar al público. ¿Qué fragancia puede ser ideal para un himno del tecno alemán? ¿Y para una canción de punk clásico? ¿A qué huele una sesión de David Guetta?