'Smash' o cómo romper esquemas al margen de las multinacionales
Se cumplen 20 años del lanzamiento de Smash de The Offspring. Actualmente ostenta el récord de ventas de un disco distribuido de manera independiente
El pasado 8 de abril se cumplieron 20 años del lanzamiento del disco que ha supuesto todo un hito para la música independiente. Corría 1994 cuando el llamado rock alternativo estaba en su cenit gracias principalmente a los grupos grunge de Seattle. No obstante en la soleada California se estaba cociendo la resurección mediática del punk. Grupos como Pennywise y Bad Religion comenzaban a despuntar y colocaban en el mercado algún que otro centenar de miles de copias de sus trabajos, algo muy meritorio para estas bandas que no contaban con apoyo alguno de medios de comunicación mayoritarios que los publicitase. Hasta que llegó The Offspring con Smash bajo el brazo, la Cara B del punk revival de 1994, la del sonido y el mensaje duro.
La Cara A había visto la luz unos meses antes, en febrero. Se trataba de Dookie de Green Day, que con un sonido más fácil, que apoyado desde una major, estaba rompiéndola en todas las listas de éxitos. Sin embargo, Smash, grabado a finales de 1993 y producido por Thom Wilson (productor de los dos discos anteriores de The Offpsring y habitual en la escena punk y hardcore), consiguió lo que muchos no pueden soñar: arrasar.
¿El secreto? Una sintetización de manera magistral lo mejor del punk y del hardcore angelino de finales de los 80, con unas pinceladas de sonido grunge y metal y algún retal de ska. El resultado se materializó en 14 temas que dejó auténticas joyas como Come Out And Play, Self Esteem, Genocide, Gotta Get Away o Bad Habit. Y es que cuando la música es buena, es buena y punto. Porque cualquiera que lo haya escuchado desde el principio constatará que su sonido crudo en absoluto lo hacía tratarse del disco que hubieses puesto para deleitar a esa persona que te dice yo escucho de todo.
Smash acabó triunfando en todo el mundo y encumbrando a The Offspring como una de las bandas imprescindibles de los años 90. Tal fue su éxito que su discográfica, Epitaph, se vio desbordada ante la demanda de copias de este trabajo. Aunque en ella se sabía que el grupo tenía cierto tirón en el sur de California en absoluto se esperaba el éxito mundial que cosecho. Hasta la fecha se han vendido de este disco una cifra superior a las 20 millones de copias, cosa que le hace ostentar un récord: álbum más vendido de la historia editado por una discográfica independiente. En las cifras de ventas de discos en las que nos movemos actualmente y a tenor de lo que ha cambiado el panorama de la música, podemos pensar tranquilamente que seguirá en su poder hasta el Día del Juicio.
"Somos tan punks, que no somos punks del todo. Ese es nuestro nivel de punk".
Dexter Holland
También es cierto que el fenómeno de Smash sería conveniente analizarlo atendiendo a varios factores que se nos escapan de las manos a la mayoría. Por ejemplo el hecho de que The Offspring abandonase en 1996 Epitaph para firmar por Columbia, consiguiendo así mayor repercusión mediática. Es decir, ¿cuántas personas han conocido al grupo a través de Ixnay on the Hombre y, sobre todo, Americana? ¿Cuántas personas podrían no haber conocido nunca a este grupo de haber decidido seguir en Epitaph? ¿Se lo hubiesen comprado? Por cierto, el abandono de Epitaph provocó la ira de muchos de los fans más comprometidos con los principios del punk, que acudieron a la discográfica a devolver las copias de sus discos en señal de desprecio por el grupo.
En cualquier caso, se opine lo que se opine de los trabajos posteriores a éste firmados por el grupo (lo cual daría para otro artículo, pero eso ya será otro día), no se puede negar el legado de Smash: un contundente espaldarazo al punk (que nunca murió), el engrandecimiento de Epitaph y la influencia para cientos y cientos de bandas. Hoy que cumple 20 añazos puede ser un buen día para rescatarlo de tu colección o descubrirlo si no has tenido el placer de escucharlo. ¡Ah, y a The Offspring, que le quiten lo bailado!