Reseña de 'AM' de Arctic Monkeys
AM es el quinto álbum del grupo inglés Arctic Monkeys y cuenta con la colaboración de Josh Homme, líder de QOTSA. R U Mine? fue el primer single lanzado
Vuelven los Arctic Monkeys. Algo más de dos años han pasado desde que los chicos de Sheffield mostraron que el éxito de sus primeros álbumes no era casualidad, y han seguido madurando. Con el mismo ímpetu que en el predecesor, Suck It and See, la banda apuesta de nuevo por un rock más lento y letras que reflejan sus vivencias y experiencias, amores y desamores. Las influencias que cita el líder, Alex Turner, son tan variadas como Dr Dre, Ike Turner, Outkast, Aaliyah y el rock de los 70 de Black Sabbath. Vaya locura, ¿no? Por cierto, el título AM es una analogía al del recopilatorio de Velvet Underground, VU, como admitió Turner sin tapujos.
El primer track Do I Wanna Know? arranca tan sencillo como potente e hipnótico, con la melódica voz de Alex Turner y un potente riff de guitarra como principales ingredientes. Ha sido el segundo single lanzado. Y sí, efectivamente, queremos saber más…
En R U Mine?, el single publicado para sorpresa de los fans ya en febrero de 2012 cuando aún no se hablaba del álbum, la banda aprieta el acelerador con una canción rockera muy de su estilo. De hecho, recuerda la frescura de su primer disco, aunque con una producción mucho más cuidada.
One For The Road es una de las dos canciones en las que participa Josh Homme, el líder de Queens of the Stone Age, quien dijo de AM que es “un álbum moderno, bailable y sexy”. Desde luego, estos tres adjetivos describen a la perfección este track.
Arabella es una canción que la banda presentó hace poco uno de sus directos y en la que se nota la ya citada influencia de Black Sabbath, puro rock psicodélico. Me gusta.
No todos van a ser éxitos: I Want It All es una canción bastante más tranquila y, por qué no decirlo, mediocre, ya que suena más a cara B.
Le sigue una balada con piano titulada No. 1 Party Anthem. Desde luego, si pretende ser una canción para una fiesta, será la que suena cuando el chico, con una copa en la mano, ve a la futura madre de sus hijos. Lenta, dulce y preciosa.
Si una canción se llama Mad Sounds, uno esperaría auténticas locuras, pero sigue la línea tranquila del track anterior y fue presentado también ya con anterioridad en diferentes festivales. Una balada algo empalagosa con un constante “uh la la la“ de fondo, que no vuelve demasiado loco.
Como curiosidad hay que mencionar que en la batería cuenta con Pete Thomas, habitual colaborador de Elvis Costello, porque el batería de los Arctic Monkeys, Matt Helders, se había roto un brazo.
De melancolía y oportunidades perdidas nos habla Fireside. Las profundas reflexiones de la letra contrastan con la ligereza que presenta este track y el “shoo-wop shoo-wop” del coro.
¿A vosotros también os da por llamar a vuestras ex después de salir de juerga? Parece que a Turner también, como indica el título y estribillo de Why'd You Only Call Me When You're High?. Es una canción sencilla, pero efectiva, al contrario de la llamada nocturna a la ex…
Vuelve el piano y surge un ritmo muy diferente, mucho más optimista en Snap Out Of It, canción bastante pegadiza y apta para todos los públicos y todas las cadenas de radio. No puedo decir que me disgusta, pero me suena a canciones mil veces escuchadas y no me cuadra para nada en este álbum. La guitarra corre a cargo de Bill Ryder-Jones, ex miembro de The Coral.
La penúltima canción Knee Socks está dedicada… a los calcetines de una chica. Cuenta de nuevo con la colaboración de Josh Homme, pero, en ocasiones, el coro resulta algo cargante e irritante y le da un aire de pop ochentero a esta canción. Lástima porque se basa en un riff interesante con el que se podría haber conseguido algo más.
Chicos, y la verdad es que tenía ganas de escribir una reseña completamente favorable, pero con canciones flojas como I Wanna Be Yours no me podéis conquistar. Y qué decir de la letra con frases como “quiero ser tu aspiradora” y “quiero ser tu contador de luz”. Con lo bien que empezamos, y ahora me dejáis mal sabor de boca.
Desde luego, AM es un álbum ecléctico, pero no para todos los gustos.