Portadas de discos que son obras de arte
Existen discos icónicos a lo largo de la hiitoria de la música, portadas que pasarán a la eternidad y que son perfectas para decorar.
Hoy hay muchas formas de demostrar que se es un gran amante de la música. Ahora bien, una de las más originales es la de decorar tu habitación, el salón de casa o el estudio en el que ensayas con tu grupo con láminas decorativas. Por si andas un poco escaso de ideas, aquí vamos a dar un repaso a los discos que pueden servirte para inspirarte y, claro, decorar cualquier espacio.
Portadas inolvidables
Vamos a comenzar este repaso por Never Mind the Bollocks, de Sex Pistols. Puede parecer que el colorido de su portada no tiene nada que ver con la actitud punk de los Pistols, pero lo cierto es que está pensada para llamarte la atención, más con un detalle como ese nombre de corta y pega que era en realidad una crítica a la cultura musical de la época.
London Calling, de The Clash es otra de las portadas que será capaz de decorar cualquier espacio y atraer las miradas de tus invitadas y la tuya propia. La imagen de Paul Simoson a punto de estampar su bajo contra el escenario es algo icónico. ¡Larga vida al rock!
The Devil and God Are Raging Inside Me, de Brand New no es tan conocida como las anteriores, pero lo cierto es que la imagen es impactante. Una inocente niña y dos adultos charlando con máscaras de terror crean una atmósfera inquietante en una portada por la que te preguntará todo el que pase por la pared en la que coloques la lámina.
The Velvet Underground & Nico, de The Velvet Underground. Aquí, el plátano diseñado y firmado por Warhol sigue siendo un icono. Colgarlo de la pared en una lámina es ideal para dar un toque pop a cualquier espacio, algo que seguro que te ayuda a disfrutar de una habitación con mucha más personalidad.
Otras ideas que te ayudarán
Las que te vamos a proponer a partir de ahora son clásicos que conoce casi todo el mundo. Pero, qué mas da, los tópicos lo son por algo y estas portadas siguen teniendo una presencia imponente para ponerse en láminas.
Comenzar de esta forma por la del Abbey Road de The Beatles es fundamental. Que levante la mano quien no ha pasado por ese paso de cebra con los amigos o la pareja y se ha hecho la misma foto. Pues eso, que en una lámina se convertirá en un objeto de lo más interesante.
¿Qué decir de The Dark Side of the Moon de Pink Floyd? Su fondo negro, su triangulo central y los colores que de él salen son apuestas seguras para colgar en la pared una creación de Storm Thorgerson con la seguridad de estar ante una de las mejores portadas de discos.
Born in the U.S.A. de Bruce Sprinsteen es otro clásico que quedaría genial en una lámina. La bandera estadounidense y la silueta de Bruce delante de ella se han convertido en una imagen global que define una época, los 80, en los que la juventud americana estaba algo falta de referentes culturales.
En conclusión, cualquiera de estas portadas o todas juntas te servirán para crear un espacio decorativo inspirado en la música que transmitirá a todo el que lo vea tu pasión y, por supuesto, el buen gusto que has demostrado eligiendo todas estas portadas que hoy son iconos de la música.