Nos ha dejado Pete Seeger, el padre de la canción protesta
Pete Seeger se ha ido un 28 de enero. El músico, nacido en la isla de Manhattan en 1919, fue el ejemplo a seguir para Bob Dylan, Joan Baez y Woody Guthrie
El 28 de enero de 2014 será recordado tristemente por todos aquellos que, como yo, opinan que la música es algo más que una mera expresión artística y tiene un valor educativo y combativo, dado que ese día nos dejaba Pete Seeger. El artista moría de viejo a la edad de 94 años, tras influenciar a cuatro generaciones de músicos en Europa y América, dejando su huella en Joan Baez, Bob Dylan y Victor Jara, la voz del pueblo chileno al que los soldados de Pinochet decidieron torturar hasta la muerta.
En el plano musical, Seeger fue un personaje prolífico y abierto a trabajar en conjunto con cualquiera. La autoría de éxitos como Where Have All the Flowers Gone?, If I Had a Hammer (The Hammer Song) o Turn, Turn, Turn! (canción versionada por The Kingston Trio, Marlene Dietrich o The Byrds, entre muchos otros), le encumbraron en los años sesenta.
Antes, ya había abierto la caja de los truenos con temas reivindicativos como We Shall Overcome (que sirvió de himno para El Movimiento Americano de los Derechos Civiles) y había entrado en prisión durante la caza de brujas del senador McCarthy, por su militancia comunista.
"Conocer a Pete Seeger fue también una forma de estar cerca de Bob Dylan y de Woody Guthrie. Generacionalmente, Seeger es un poco como el eslabón intermedio entre estas dos figuras..."
Víctor Jara
La sencillez en sus palabras y líneas de guitarra eran una fórmula muy compleja, que sabía llegar al público y mostrarle un mensaje, sin grandes aspiraciones, evitando el adoctrinamiento. El comunista que nació en un mal lugar para serlo, pero que superó todos los obstáculos en su camino se ha ido, no sin dejar previamente un género musical y un ejemplo a seguir por todos los que con su música ofrecen versos vacíos.
Puede que la muerte de Pete Seeger sirva para revisar la obra del "padre de la canción protesta" y se pueda combatir (al menos en las radiofórmulas) al fascismo rancio enmascarado tras las canciones de los Pitbulls, los Biebers o los Osbornes.
Descanse en paz.