Las 10 mentiras más extendidas sobre la industria musical moderna
Resumen de algunas de las falsas afirmaciones más populares acerca de la industria musical, relacionadas con el cambio de modelo, Internet o el streaming
1. La música de calidad siempre encuentra su hueco en la escena
Mentira: La música buena y los grandes artistas siempre logran conectar con el público, gracias a que la sociedad y canales de distribución como Internet se encargan de ello como si de un automatismo se tratara.
Verdad: La gente se come lo que le echan. Sólo una minoría dedica parte de su tiempo a investigar alternativas a lo que le ofrece la prensa especializada, televisión o radio. Si no fuera así sería muy complejo explicarse de manera razonable el éxito de productos como Abraham Mateo, Pitbull o Auryn.
2. La desaparición de las multinacionales facilitará el éxito general de todos los músicos
Mentira: Acabar con las diferencias entre grupos de major labels, sellos indie o sin contrato, todos destacarían del mismo modo.
Verdad: El fan es el primer filtro. A la masa no le suele interesar el jazz de vanguardia o la electrónica experimental, seguirían triunfando comercialmente artistas simplones, mediocres y que no dicen nada.
3. Van a desaparecer los major labels
Mentira: Internet y los sellos especializados acabarán por tumbar a las grandes empresas de la industria discográfica (Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music Group).
Verdad: Cierto es que "las tres grandes" se han visto debilitadas en los últimos años, pero han sabido adaptarse. Compran sellos indie con proyección a golpe de talonario y fichan a la fuerza a cualquiera que destaque fuera de sus límites.
4. El panorama musical será dominado con el tiempo por pequeños artistas
Mentira: La interacción directa entre artistas y fans, permitirá que los proyectos obtengan mayores beneficios económicos.
Verdad: Internet ha convertido a las estrellas en megaestrellas y los "pequeños nichos" de artistas independientes se reproducen a una velocidad que es imposible calcular el número real de músicos en el planeta.
5. El crowdfunding es la panacea
Mentira: El micromecenazgo encumbrará a los artistas que los merezcan.
Verdad: El crowdfunding puede dar alas a un proyecto pequeño, financiar un disco independiente, pero casos como el de Amanda Palmer son casos aislados que no reflejan la realidad.
6. El dinero está en el directo
Mentira: Si los músicos regalaran su música y la dejaran extenderse libremente, luego se forrarían en sus giras.
Verdad: Al igual que ocurre con el crowdfunding, hay casos de éxito específicos, pero para nada se trata de una norma general. Los impuestos, la situación de las salas y la inversión que supone una gira pueden arruinar a una banda.
7. El audio digital generará más beneficios para el artista
Mentira: Eliminar procesos como los de fabricación y transporte de soportes físicos, bajará los costes y el beneficio total aumentará exponencialmente, teniendo repercusión en el artista.
Verdad: Apple, Amazon y Google no se han convertido en gigantes regalando nada. Además de las tasas de distribución de las empresas, el modelo comercial ha cambiado, de forma que ahora mucha gente gasta 99 céntimos en el single que quiere y no paga los 15 euros por un álbum.
8. Spotify es la leche
Mentira: Spotify aprecia al músico y le hará ganar una fortuna si se espera el tiempo necesario.
Verdad: Spotify es una herramienta ideada para la distribución de audio y cuyo objetivo es engordar el bolsillo de sus inversores. Por ahora muchos acusan al proyecto sueco de pagar poco, mal y tarde.
9. YouTube es tu aliado
Mentira: Muchos son los artistas que se han popularizado mundialmente gracias a YouTube.
Verdad: Además del cantamañanas de Bieber o Pablo Alborán, ¿qué otros músicos han sido descubiertos a través de la herramienta de Google? Al igual que Spotify, se trata de una plataforma para generar dinero y no una ONG para nuevos talentos.
10. Toda publicidad es buena
Mentira: Si como artista la armas o eres noticia por algo que no es políticamente correcto, alégrate, pues es buena publicidad.
Verdad: Las marcas personales se ven gravemente afectadas por hacer el ridículo en Twitter, escupir a un fan o ser detenido por conducir deportivos hasta el culo de cocaína.