'La industria vs. Kim Dotcom' o 'Las ganas de hacer el ridículo'
Kim Dotcom se enfrentará próximamente a una denuncia conjunta de la RIAA, productoras de cine y discográficas por su servicio de descargas Megaupload
Kim Dotcom no es ningún santo, es obvio que su sistema de almacenamiento online y descarga directa Megaupload no sólo estaba ideado para almacenar las fotos familiares de las cenas navideñas y las copias de seguridad de los trabajos de la universidad. Su demonización, desde que fuera detenido en su mansión en Nueva Zelanda ha sido tan exagerada que incluso algunos medios, que hablan sobre intervenciones militares o corrupción institucional con una naturalidad pasmosa, hayan quedado retratados al pintarnos al estrafalario alemán como un auténtico monstruo, capaz de llevar a la ruina a todo un sector, sector que a su vez no se sonroja al editar trabajos de J. Lo, Abraham Mateo o Pignoise.
La semana pasada un tribunal español absolvía a Pablo Soto y concluía que los impulsores de servicios de P2P no tienen control sobre las acciones y ficheros de los usuarios que las emplean, creando así un antecedente peligroso para discográficas, asocionaciones de artistas y distribuidoras.
Al parecer dicha noticia no ha llegado a Estados Unidos, dado que varios estudios de cine, la RIAA, Universal y Warner se han unido en una denuncia conjunta contra Dotcom en la que le acusan de haber ganado más de 175 millones de dólares, provocando pérdidas de hasta medio billón de dólares debido directamente al servicio de almacenamiento Megaupload. La denuncia se extiende también a Mathias Ortmann, accionista de Vestor limited, y Bram van der Kolk, programador. Según el texto presentado, los acusados habrían participado activamente en la infracción masiva de derechos de autor a través de Megaupload.
"El nuestro era un servicio neutral y la denuncia contra Megaupload también puede realizarse en contra de YouTube o Dropbox, entre otros"
Ira Rothken (abogado de Kim Dotcom)
¿Puede un servicio online delinquir? ¿Se puede demostrar que un personaje como Dotcom puede provocar pérdidas de medio billón a un sector y sacar beneficios de 175 millones de dólares? ¿Es arriesgado para la industria iniciar acciones legales de esta magnitud cuando es más que probable que hagan el ridículo de su vida?
Esperaremos a la sentencia.