Fotoplayer, el instrumento que puso banda sonora al cine mudo
A comienzos del siglo XX, para amenizar las películas mudas que se proyectaban en cines, se empleaba un instrumento para hombres-orquesta llamado Fotoplayer
Antes de que el cine sufriera a Celine Dion y su trágico My Heart Will Go On, antes de las risas enlatadas y los efectos sonoros cutres, y de que Constantino Romero pusiera poner su voz a algunos de los personajes más importantes del celuloide, ya existía un modo de añadir banda sonora y sonidos a las películas mudas. Eso sí, debía realizarse en directo y empleando un instrumento llamado Fotoplayer.
Se trata de un instrumento muy completo para su época, que se solía instalar en pequeños teatros y cines, y que podía ser manejado por una sola persona. El American Fotoplayer estaba compuesto por una pianola (con capacidad para dos tubos de papel perforados, evitando así la interrupción musical entre melodías) y un cajón con instrumentos de percusión (xilófono, campanas, triángulos,...) y efectos de sonido (bocinas, timbre de puerta o silbato) que servían para dotar de dramatismo algunas escenas. Todo se controlaba desde una consola central que contaba con botones, pedales, teclas y tiradores varios.
Las primeras unidades de estos instrumentos para hombres-orquesta se empezaron a fabricar en 1912 y prácticamente desaparecieron a finales de los años 20, con la llegada del cine con sonido. Desde entonces, se conservan unas pocas piezas, la mayoría de ellas en Estados Unidos. Sólo continúan funcionando alrededor de una decena de Fotoplayers.