Aunque a veces duela
La leyenda del tiempo fue un disco incomprendido en su época, un trabajo que sólo unos pocos acogieron bien y por el que Camarón fue duramente criticado
¡Venga ya! A Camarón se le echaron encima por La leyenda del tiempo y los gitanos fueron en masa al Corte Inglés a que les devolvieran el dinero y ¿a Pitingo todavía no le ha dicho nada? ¿Ni siquiera que se dedique a otra cosa?
En fin, como se suele decir, más vale estómago lleno que ilusión en el aire (vale, me lo acabo de inventar, pero se entiende). La cosa es que a veces uno es agraciado con la inspiración divina y ve la luz tan claramente que acaba dándose de bruces con una realidad bien poco amable. Me refiero a Camarón, no a Pitingo, que este no sé con qué se ha dado pero a juzgar por el resultado se ha debido hacer daño.
La leyenda del tiempo vendió escasas 6.000 copias. No mucho tiempo después pasó a convertirse en un clásico. Hoy, la reedición de luxe de su 35 aniversario se vende por 130 euros y un original en buen estado no se le queda lejos. País de locos.
“Ricardo, el próximo disco de guitarras y palmas”. Camarón no dudaba del resultado, sabía que era un buen disco pero su público estaba acostumbrado a otra cosa. Bajo y guitarra eléctricos, sitar, bongos… eso no era lo que decía el flamenco. Pero a Camarón le gustaba la música y experimentar con y sobre ella.
No fue el único. La psicodelia había irrumpido en Sevilla a través de las bases militares americanas y la mezcla de Hendrix y LSD se había convertido en explosiva para muchos músicos de la época. Entre ellos Ricardo Pachón, el productor, que fue quien reunió en su casa de Umbrete a toda la tropa: Camarón, Tomatito, Kiko Veneno, los hermanos Amador y Juan el Camas. Un mes después grababan en Madrid el disco que sólo unos pocos entenderían a la primera.
"El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño.
El tiempo va sobre el sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo."Federico García Lorca
Del resultado se ha discutido hasta hartar, se han hecho documentales y se han escrito hasta tesis doctorales. Así que sólo cabe el consuelo de pensar que a veces a uno le llega la gloria un poquito más tarde. Galileo Galilei murió en arresto domiciliario y habiendo tenido que abjurar de sus teorías, a Fred Astaire en su primera prueba para Hollywood le dijeron que no sabía bailar (y que era un poco calvo) y Decca Records rechazó a los Beatles convencidos de que no prosperarían con ese sonido.