Armas de los cárteles mexicanos convertidas en instrumentos musicales
Pedro Reyes es un artista mexicano que ha querido denunciar la violencia extrema de su país creando una banda musical de autómatas formados por armas
Ciudad Juárez (México) es uno de los lugares más peligrosos del planeta. Un rincón olvidado por la mayoría de la humanidad que sirve como bastión para algunos de los cárteles de la droga más violentos de Latinoamérica y en el que los secuestros, la extorsión y los asesinatos se han convertido en rutina. El gobierno mexicano y algunas ONGs han tratado de iniciar campañas para desarmar a la población y así tratar de reducir los índices de criminalidad.
Pedro Reyes, un artista nacido en Ciudad de México en 1972, inició a comienzos de 2013 un proyecto llamado Disarm cuya finalidad es convertir en instrumentos musicales armas decomisadas en el país centroamericano. Hasta ocho fuentes de sonido diferentes ha sido capaz de crear empleando partes reconocibles de pistolas, escopetas o fusiles. Usando un programa secuenciador y algunos amplificadores, el creador mexicano ha sido capaz de convertir herramientas diseñadas para matar en una banda musical compuesta por autómatas caseros.
Actualmente, Disarm (trabajo compuesto a partir de armas decomisadas) de Pedro Reyes se encuentra expuesto en la Lisson Gallery de Londres, espacio desde el que ha podido describir a la gente uno de los mayores dramas de la sociedad actual a través de la música.