Algunas películas que Stevie Wonder disfrutó más que tú
Puede ocurrir que la selección de temas para una película sea mejor que el film en si mismo. Repasamos algunos casos en los que esto sí ha ocurrido
El cine y la música son dos disciplinas artísticas que han sufrido en el último siglo una evolución en paralelo y que en más una ocasión se ha cruzado ofreciendo resultados atractivos o chapuzas infumables. Además de los scores musicales (melodías compuestas para ambientar las escenas de un film) muchos directores seleccionan canciones de artistas conocidos o contactan con los sellos para disponer de temas en exclusiva para sus lanzamientos.
Existen varios casos en los que el responsable de elegir la música ha estado más acertado que el director de una película, siendo la banda sonora mejor que el resto del proyecto, quedando la música para la historia, pero no la imagen (al menos en un plano positivo). Repasemos algunos de esos ejemplos:
Dirty Dancing
La película: Baby, la hija de un médico aspirante a bailarina, y Johnny Castle, el profesor de danza/chico malo (interpretado por Patrick Swayze), comienzan a bailar juntos durante unas semanas en un retiro vacacional estadounidense. El proyecto cuenta con todos los topicazos de las pelis de los ochenta, entrenamiento en el bosque incluido.
La banda sonora: La selección resulta excepcional. Destacan temas como Be My Baby de The Ronettes (clásico de Phil Spector), Stay de Maurice Williams & The Zodiacs o el omnipresente (I've Had) The Time of My Life de Bill Medley & Jennifer Warnes, destrozado por The Black Eyed Peas en The Time (Dirty Bit).
Fiebre del sábado noche
La película: John Travolta interpreta el papel de Tony Manero, un vendedor de pinturas que los fines de semana se “metamorfosea” (sí como los Power Rangers) en un bailarín que marca paquete en una discoteca y busca ser el más admirado de la pista. Todo se entremezcla con peleas entre pandillas, pelos cardados y relaciones amorosas inverosímiles.
La banda sonora: Stayin’ Alive y Night Fever son las piezas clave en la obra de Bee Gees. La música es una oda a la música disco. Kool & the Gang, Tavares, The Trammps y K.C. & the Sunshine Band también estaban invitados a la fiesta.
El guardaespaldas
La película: Rachel Marron (Whitney Houston), superestrella mundial del pop, debe ser protegida por Fran Farmer (Kevin Costner) de un acosador/asesino. Esta relación profesional va derivando en una amorosa. El film cuenta con una de las escenas más parodiadas de la historia y que muchos mortales hemos intentando imitar en alguna ocasión (la evacuación de la discoteca en brazos al son de I Will Always Love You).
La banda sonora: The Bodyguard: Original Soundtrack Album fue un éxito comercial internacional. Estaba formado por media docena de temas de Whitney Houston, que se consagró como diva del R&B, y algunos tracks de Kenny G, Joe Cocker y Curtis Stigers. Es la banda sonora más vendida de la historia del cine.
Romeo + Juliet
La película: Los Montesco y Capuleto resuelven sus problemas a tiros, hablan en verso y visten como surferos trasnochados en una ciudad ficticia llamada Verona Beach. Mientras, Romeo (Di Caprio) y Julieta (Claire Danes) se enamoran. Ojalá existiera el modo de poder proyectarle esta película a Shakespeare.
La banda sonora: Himnos como Lovefool de The Cardigans o Talk Show Host de Radiohead forman parte de la selección que acompañó al film. The Wannadies, Garbage o Des’ree contribuyeron también a redondear un banda sonora, que difícilmente podría vincularse a la obra del literato británico más universal.
Misión: Imposible II
La película: El director John Woo tomó el testigo de Brian De Palma para devolver al agente especial Ethan Hunt (Tom Cruise) a la gran pantalla. El resultado fue esperpéntico: las Fallas valencianas y la Semana Santa sevillana fusionadas en un mismo festejo, kung-fu artístico o un guión sin coherencia son algunos puntos clave.
La banda sonora: La recopilación de canciones para el film es excelente. Rock duro obra de artistas como Metallica, Foo Fighters, Limp Bizkit o Buckcherry. Contaba con la potencia, dinámica y agresividad ideales para una película de acción, pero no “esa” película de acción.
Shaft
La película: Al contrario que con las anteriores no resulta demasiado esperpéntica y resulta ser un título aceptable del género Blaxplotation.
La banda sonora: Quizá sin una intención clara, Isaac Hayes firmó una de las piezas fundamentales del funk. La banda sonora marcó los estándares de un género que, pese a la evolución posterior, funciona como manual de instrucciones para bandas de todos los rincones del planeta.
Para ti, ¿qué otras bandas sonoras superan a las películas a las que pertecen?